Hola a todos,
en esta ocasión me he decidido a hacer una prueba un poco más exhaustiva de lo que anteriormente había hecho respecto al entorno gráfico Unity. Como ya sabéis, es la apuesta de futuro de Canonical para Ubuntu, de cara a que, cuando más adelante entren en el mundo de las tablets, los miniportátiles y quién sabe si también en el de los smartphones, todos los sus dispositivos puedan tener un aspecto visual (e incluso un funcionamiento) similar.
Mi primer contacto con Unity fue bastante desalentador, cuando probé Ubuntu 11.04. La verdad es que apenas aguanté con él, para empezar porque estética y visualmente me pareció horripilante. Ya me producía rechazo la simple visión del escritorio clásico de Ubuntu, con su mezcla de colores negros y marrones. Además, me desagradaba bastante que la barra lateral de aplicaciones estuviese siempre presente, quitando todo ese espacio lateralmente. Y sin apenas opciones de configuración. Realmente, ahí Unity estaba en un estado muy provisional. Aunque, según he podido entender, se quiso lanzar ahí para que diese tiempo (dos versiones previas) para tenerlo listo para su lanzamiento ya como algo sólido y trabajado en la próxima LTS (versión de largo tiempo de soporte, utilizada en ámbitos más profesionales, publicada cada dos años), la versión 12.04. Por lo visto, esa fue la razón de su publicación en la versión 11.04.
En esta ocasión, quedo con otra impresión de dicha prueba.
En primer lugar, tengo que reconocer que probablemente sea Unity el entorno gráfico que mejor optimiza el tamaño de la pantalla; sobre todo por dos razones: primero, porque el panel lateral lanzador de aplicaciones se oculta cuando no se utiliza y basta con ponerse con el ratón en esa zona para que aparezca. Segundo, porque el panel superior de la ventana con sus menús y sus opciones, se incrusta en el panel principal de la sesión (por esa razón dicho panel ha de estar arriba y no abajo), y sólo se visualiza cuando nos ponemos con el puntero encima de dicho panel. Esto, en sistemas de portátiles y netbooks puede llegar a ser importantísimo.
Las posibilidades de configuración que ofrece Unity ya son mejores, al tener aplicaciones (actualmente vía ppa, eso sí) como myunity y como ubuntu tweak, que permiten un cierto grado de configurabilidad. Por ejemplo, yo he reducido el grosor de la barra lateral hasta el mínimo posible. También se puede seleccionar el grado de transparencia de ambos paneles, el lateral y el de arriba.
Al igual que en Gnome 3, la posibilidad de permutar entre aplicaciones con ALT-TAB funciona perfectamente, incluso aunque se encuentren en diferentes escritorios virtuales. También se activa el Dash -o búsqueda de archivos y/o aplicaciones- con sólo pulsar la tecla META (la que tiene dibujado el logo de windows). Echo de menos, eso sí, la posibilidad de tener otra cantidad de escritorios virtuales diferente de los cuatro que vienen por defecto.
También me parece positivo la posibilidad de sustituir el tema ambiance (como ya digo, no lo puedo soportar) por otros como el radiance (es un cambio como del blanco al negro, es pasar de no poder soportarlo a ver un entorno medianamente atractivo). Si os ocurre también eso, que os resulta insufrible el dichoso ambiance, probad con radiance; probablemente os sorprenda gratamente. También os puede gustar el tema Adwaita, nativo de Gnome-shell.
Donde encuentro el punto más débil de Unity es a la hora de abrir aplicaciones que no tengamos en el panel lateral (en el que, por supuesto, podemos añadir y quitar todas las aplicaciones que nos parezca; si tenemos muchas, hará un efecto scroll para ir visualizándolas). Cuando usamos el dash (el botón de inicio en la parte superior del panel lateral) para abrir aplicaciones, podemos necesitar un gran número de pasos hasta llegar a nuestra aplicación, salvo que tecleemos su nombre en la búsqueda. También es un proceso farragoso el que necesitamos para ver todas las aplicaciones de que disponemos en un apartado concreto (como multimedia u oficina). Esto, por supuesto, no es ningún problema si hemos ubicado las aplicaciones de uso frecuente -y también otras no tan habituales- en el panel lanzador lateral.
En cuanto a rendimiento, en mi portátil Core2 Duo a 2.4 GHz y 4 GB de RAM, no se ve ningún ralentizamiento y ninguna otra deficiencia ¡faltaría más! Pero sí que se ve muy, muy torpe en otro equipo con algo menos de 900 MB de RAM y procesador AMD Athlon 64 3000+ (en este equipo Fedora 15 con Gnome 3 funcionaba perfectamente). Por lo que hace que no lo recomiende en absoluto para equipos con menos de 1 GB de RAM y sin procesadores duales.
En definitiva; lo considero recomendable e interesante si tenemos un laptop o netbook y nos importa aprovechar su pantalla al máximo. Eso sí, siempre que tenga una cierta potencia (mínimo 1 GB de RAM y procesador dual). También es interesante si nos sirve la configuración por defecto y no sentimos la necesidad de dejar el sistema "exactamente según nuestras preferencias". Para sistemas con pantallas grandes, considero Gnome-shell más adecuado e interesante; sobre todo ahora que empieza a disponer de un número ingente de extensiones (estilo Firefox) que nos van a permitir personalizar su uso de una manera importante.
Bienvenidos
Este blog pretende ser una herramienta más, de las múltiples que pueden encontrarse en la red, para acercar el mundo del Software libre en general y de GNU/Linux en particular a todos aquellos que se sienten atraídos por el tema, tanto a nivel básico doméstico como a nivel profesional. De una manera general, a todos aquellos que lleguen por la red. Y de una manera más particular, a todos aquellos residentes en el área de Vitoria y alrededores; de forma que podamos tener un punto de referencia y contacto.
Estaremos encantados de recibir vuestras aportaciones, sugerencias, comentarios, etc. Un saludo.
lunes, 26 de diciembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
Pasándonos a Linux: eligiendo Distribución y Escritorio (II)
En nuestro último artículo hablamos sobre la dificultad de elegir Distribución entre el inmenso mar de opciones existentes. Hoy hablaremos sobre la segunda gran elección: el entorno de escritorio que deseamos en nuestro sistema.
Elegir entorno de escritorio.
Este es la otra "gran decisión" cuando vamos a instalar GNU/Linux, que suele desconcertar al usuario novato. Sin embargo, esto que para empezar es una dificultad adicional, en cuanto se conoce el tema y se tienen unos criterios básicos al respecto se descubre como un gran potencial de nuestro futuro sistema, ya que nos va a permitir adaptar el entorno visual a las posibilidades de nuestro ordenador y a nuestras necesidades y preferencias personales de uso.
En primer lugar, explicamos brevemente cómo está el "panorama" actual al respecto.
En el mundo de las distribuciones GNU/Linux, contamos con montones de entornos gráficos y gestores de ventanas diferentes. Los hay más recargados de efectos y opciones, y otros son más minimalistas. Unos apuestan por la velocidad, otros por la estética, otros por la funcionalidad... el panorama sería interminable, se podría hacer un curso exhaustivo exclusivamente sobre este tema. Esto es debido a que el sistema operativo GNU/Linux es en realidad una pantalla negra que funciona con comandos, al más puro estilo msdos; y las aplicaciones que hacen posible utilizarlo de forma gráfica tal y como conocemos los ordenadores hoy en día son las aplicaciones que componen dichos entornos gráficos y, dado el carácter abierto y libre de nuestro sistema, hay un amplio margen de opciones entre las que elegir. Por si la cuestión de número no fuese suficiente, muy recientemente han surgido entornos nuevos (Unity), y también versiones radicalmente nuevas de escritorios anteriores (como es el caso de Gnome).
Sin embargo, podemos simplificar considerablemente todo esto, de cara a una inmensa mayoría de usuarios (sólo unos pocos utilizan el resto de opciones al margen de las que voy a nombrar).
Los cinco entornos visuales principales son: Gnome, KDE, Xfce, Unity y LXDE. El resto carece de interés para la mayor parte de usuarios de Linux, y por tanto no vamos a incidir en ellos.
Sobre Gnome podemos decir que es el entorno "clásico" por antonomasia de las principales distribuciones. Tanto Fedora, como Linux Mint, como Debian vienen con el entorno Gnome por defecto (aunque Linux Mint siempre lo "tunea" a su manera); OpenSUSE permite elegirlo con un sólo clic durante el proceso de instalación; y Ubuntu también da la opción de utilizarlo con sólo instalar el paquete "gnome-shell". Es un entorno que siempre ha buscado la funcionalidad, usabilidad y simplicidad por encima de todo. En marzo de este año 2011 publicaron una versión totalmente novedosa visualmente, es un cambio en toda regla. Muchos opinan que recuerda demasiado al uso de un smartphone, se trata de un cambio en el paradigma sobre el uso del escritorio. Este nuevo entorno no deja indiferente, o gusta o no gusta. En algunos sitios lo han definido como "combinación perfecta entre elegancia y simplicidad". Su consumo de recursos es moderado, más bien elevado. Mejor no utilizar en ordenadores con menos de 1 GB de RAM. Necesita utilizar la aceleración gráfica para funcionar correctamente.
Portal de Gnome: http://www.gnome.org/gnome-3/
Respecto a KDE, diremos que es el escritorio que representa la elegancia y la estética visual en los entornos GNU/Linux. Recuerda en su aspecto a Windows Vista y Seven. Es el escritorio utilizado por defecto por OpenSUSE, Mandriva y PCLinuxOS; Fedora y Debian lo ofrecen como opción al instalar; desde Ubuntu nos proponen instalar Kubuntu si queremos este escritorio; Y Linux Mint acostumbra a sacar una "edición KDE" derivada de su lanzamiento principal (aunque unos cuantos meses después). En lugar de estar basado en las librerías de desarrollo gráfico GTK, como el resto de escritorios, se ha desarrollado con las librerías QT, lo que le confiere un aspecto gráfico muy diferenciado respecto al resto, con una calidad en la definición visual que es realmente excelente. Incluso utiliza diferentes aplicaciones. Suele considerarse como un escritorio muy recargado que no obstante gusta a los amantes de la estética y la elegancia. También es la opción preferida para aquellos que gustan de poder configurar a su gusto hasta los más mínimos detalles del escritorio.
Es un escritorio que, tal como viene por defecto, tiene un elevado consumo de recursos del equipo; aunque, al ser increíblemente configurable, es posible desactivar múltiples opciones con lo que se consigue aligerar su funcionamiento de forma importante. También es mejor evitar en equipos con menos de 1 GB de RAM.
Portal de KDE: http://www.kde.org/
En cuanto a LXDE, diremos que es el escritorio "salvavidas" para todos aquellos usuarios de máquinas poco potentes, antiguas, o con alguna limitación (o que simplemente apuestan por la velocidad en su máquina). Estéticamente recuerda a Windows XP y es bastante minimalista.
La edición "Lubuntu" de la familia Ubuntu lo trae por defecto; Fedora, Debian y OpenSUSE lo ofrecen como opción al instalar; PCLinuxOS acostumbra a publicar una "edición LXDE"; y Linux Mint suele ofrecer también una edición con LXDE, aunque unos cuantos meses después de su lanzamiento principal.
Portal de LXDE: http://www.lxde.org
Con relación a Unity, diremos que es la gran apuesta de futuro de Canonical para su distribución Ubuntu. No lo utiliza actualmente ninguna otra distribución; pero hacemos referencia a él, puesto que se trata de la probablemente más famosa distribución. Es una apuesta similar al moderno Gnome, pero (al menos en mi modesta opinión) a día de hoy, con peores prestaciones, más limitada configurabilidad y peor usabilidad. Demanda muchos recursos del ordenador, aunque es ejecutable sin disponer de aceleración gráfica (eligiendo la opción 2d en el menú de inicio de sesión).
Por último, Xfce. Podríamos decir que se trata de una "opción intermedia", que por eso mismo puede ser útil en la mayor parte de situaciones, pero raramente es plenamente satisfactoria.
Estéticamente es bastante tosco (similar al Gnome clásico, pero algo más pobre), y es bastante ligero y rápido, aunque sin llegar a los niveles de LXDE. Viene por defecto en la edición "Xubuntu" de la familia Ubuntu; Fedora, Debian y OpenSUSE lo ofrecen como opción al instalar. Linux Mint tiene una edición "rolling" basada directamente en Debian que funciona con Xfce.
Portal de Xfce: http://www.xfce.org/?lang=es
Tras lo dicho, podríamos resumir todavía más.
Instale una distribución con Gnome si:
Instale un sistema con KDE si:
Instale un sistema con LXDE si:
Instale Unity (Ubuntu) si:
Instale Xfce si:
¡Esperamos que estos análisis y comentarios ayuden a nuestros lectores en su proceso de pasarse a un sistema GNU/Linux en su ordenador!
Elegir entorno de escritorio.
Este es la otra "gran decisión" cuando vamos a instalar GNU/Linux, que suele desconcertar al usuario novato. Sin embargo, esto que para empezar es una dificultad adicional, en cuanto se conoce el tema y se tienen unos criterios básicos al respecto se descubre como un gran potencial de nuestro futuro sistema, ya que nos va a permitir adaptar el entorno visual a las posibilidades de nuestro ordenador y a nuestras necesidades y preferencias personales de uso.
En primer lugar, explicamos brevemente cómo está el "panorama" actual al respecto.
En el mundo de las distribuciones GNU/Linux, contamos con montones de entornos gráficos y gestores de ventanas diferentes. Los hay más recargados de efectos y opciones, y otros son más minimalistas. Unos apuestan por la velocidad, otros por la estética, otros por la funcionalidad... el panorama sería interminable, se podría hacer un curso exhaustivo exclusivamente sobre este tema. Esto es debido a que el sistema operativo GNU/Linux es en realidad una pantalla negra que funciona con comandos, al más puro estilo msdos; y las aplicaciones que hacen posible utilizarlo de forma gráfica tal y como conocemos los ordenadores hoy en día son las aplicaciones que componen dichos entornos gráficos y, dado el carácter abierto y libre de nuestro sistema, hay un amplio margen de opciones entre las que elegir. Por si la cuestión de número no fuese suficiente, muy recientemente han surgido entornos nuevos (Unity), y también versiones radicalmente nuevas de escritorios anteriores (como es el caso de Gnome).
Sin embargo, podemos simplificar considerablemente todo esto, de cara a una inmensa mayoría de usuarios (sólo unos pocos utilizan el resto de opciones al margen de las que voy a nombrar).
Los cinco entornos visuales principales son: Gnome, KDE, Xfce, Unity y LXDE. El resto carece de interés para la mayor parte de usuarios de Linux, y por tanto no vamos a incidir en ellos.
Sobre Gnome podemos decir que es el entorno "clásico" por antonomasia de las principales distribuciones. Tanto Fedora, como Linux Mint, como Debian vienen con el entorno Gnome por defecto (aunque Linux Mint siempre lo "tunea" a su manera); OpenSUSE permite elegirlo con un sólo clic durante el proceso de instalación; y Ubuntu también da la opción de utilizarlo con sólo instalar el paquete "gnome-shell". Es un entorno que siempre ha buscado la funcionalidad, usabilidad y simplicidad por encima de todo. En marzo de este año 2011 publicaron una versión totalmente novedosa visualmente, es un cambio en toda regla. Muchos opinan que recuerda demasiado al uso de un smartphone, se trata de un cambio en el paradigma sobre el uso del escritorio. Este nuevo entorno no deja indiferente, o gusta o no gusta. En algunos sitios lo han definido como "combinación perfecta entre elegancia y simplicidad". Su consumo de recursos es moderado, más bien elevado. Mejor no utilizar en ordenadores con menos de 1 GB de RAM. Necesita utilizar la aceleración gráfica para funcionar correctamente.
Portal de Gnome: http://www.gnome.org/gnome-3/
Respecto a KDE, diremos que es el escritorio que representa la elegancia y la estética visual en los entornos GNU/Linux. Recuerda en su aspecto a Windows Vista y Seven. Es el escritorio utilizado por defecto por OpenSUSE, Mandriva y PCLinuxOS; Fedora y Debian lo ofrecen como opción al instalar; desde Ubuntu nos proponen instalar Kubuntu si queremos este escritorio; Y Linux Mint acostumbra a sacar una "edición KDE" derivada de su lanzamiento principal (aunque unos cuantos meses después). En lugar de estar basado en las librerías de desarrollo gráfico GTK, como el resto de escritorios, se ha desarrollado con las librerías QT, lo que le confiere un aspecto gráfico muy diferenciado respecto al resto, con una calidad en la definición visual que es realmente excelente. Incluso utiliza diferentes aplicaciones. Suele considerarse como un escritorio muy recargado que no obstante gusta a los amantes de la estética y la elegancia. También es la opción preferida para aquellos que gustan de poder configurar a su gusto hasta los más mínimos detalles del escritorio.
Es un escritorio que, tal como viene por defecto, tiene un elevado consumo de recursos del equipo; aunque, al ser increíblemente configurable, es posible desactivar múltiples opciones con lo que se consigue aligerar su funcionamiento de forma importante. También es mejor evitar en equipos con menos de 1 GB de RAM.
Portal de KDE: http://www.kde.org/
En cuanto a LXDE, diremos que es el escritorio "salvavidas" para todos aquellos usuarios de máquinas poco potentes, antiguas, o con alguna limitación (o que simplemente apuestan por la velocidad en su máquina). Estéticamente recuerda a Windows XP y es bastante minimalista.
La edición "Lubuntu" de la familia Ubuntu lo trae por defecto; Fedora, Debian y OpenSUSE lo ofrecen como opción al instalar; PCLinuxOS acostumbra a publicar una "edición LXDE"; y Linux Mint suele ofrecer también una edición con LXDE, aunque unos cuantos meses después de su lanzamiento principal.
Portal de LXDE: http://www.lxde.org
Con relación a Unity, diremos que es la gran apuesta de futuro de Canonical para su distribución Ubuntu. No lo utiliza actualmente ninguna otra distribución; pero hacemos referencia a él, puesto que se trata de la probablemente más famosa distribución. Es una apuesta similar al moderno Gnome, pero (al menos en mi modesta opinión) a día de hoy, con peores prestaciones, más limitada configurabilidad y peor usabilidad. Demanda muchos recursos del ordenador, aunque es ejecutable sin disponer de aceleración gráfica (eligiendo la opción 2d en el menú de inicio de sesión).
Por último, Xfce. Podríamos decir que se trata de una "opción intermedia", que por eso mismo puede ser útil en la mayor parte de situaciones, pero raramente es plenamente satisfactoria.
Estéticamente es bastante tosco (similar al Gnome clásico, pero algo más pobre), y es bastante ligero y rápido, aunque sin llegar a los niveles de LXDE. Viene por defecto en la edición "Xubuntu" de la familia Ubuntu; Fedora, Debian y OpenSUSE lo ofrecen como opción al instalar. Linux Mint tiene una edición "rolling" basada directamente en Debian que funciona con Xfce.
Portal de Xfce: http://www.xfce.org/?lang=es
Tras lo dicho, podríamos resumir todavía más.
Instale una distribución con Gnome si:
- Desea ante todo usabilidad
- No acostumbra a modificar las configuraciones por defecto
- Está abierto a una nueva forma de utilizar el escritorio, más habitual en smartphones y tablets
- Dispone de un ordenador más bien moderno, con una potencia intermedia o media/alta
- Desea utilizar Fedora, Linux Mint o Debian
Instale un sistema con KDE si:
- Valora la estética visual del escritorio como algo fundamental
- Está muy acostumbrado y/o le gusta mucho la estética de Windows Vista y Windows 7
- Le gusta poder configurar y personalizar su sistema a fondo; y se fija hasta en los más mínimos detalles
- Desea utilizar OpenSUSE, Mandriva, PCLinuxOS o Kubuntu
Instale un sistema con LXDE si:
- Tiene un sistema limitado en cuanto a memoria y/o procesador
- No le importa demasiado la estética de su escritorio
- Está muy acostumbrado a un escritorio clásico convencional "tipo XP"
- Valora la rapidez de respuesta de su ordenador como algo fundamental
- Desea utilizar Lubuntu
Instale Unity (Ubuntu) si:
- Desea, por cualquier motivo, utilizar Ubuntu en su edición principal tal y como viene por defecto
- Le gusta la estética Unity
Instale Xfce si:
- Le gusta la estética Xfce
- Desea un sistema un poco más ligero que Gnome y KDE, pero LXDE le resulta demasiado minimalista
¡Esperamos que estos análisis y comentarios ayuden a nuestros lectores en su proceso de pasarse a un sistema GNU/Linux en su ordenador!
martes, 25 de octubre de 2011
Pasándonos a Linux: elegir distribución y escritorio (I)
Últimamente hemos hecho un repaso a algunas cuestiones simples pero básicas y fundamentales para todos aquellos recién llegados al mundo de GNU/Linux, que quieren dar el paso en sus sistemas.
Siempre se ha dicho que una de las grandes ventajas del mundo de GNU/Linux es su gran flexibilidad, y amplia gama de posibilidades que nos ofrece; pero no es menos cierto que, para el recién llegado, esto supone una dificultad importante, que en muchos casos, hace un "efecto espantada" más que otra cosa. En esta serie de artículos vamos a repasar, de una manera fácil y sencilla (a riesgo de simplificar en exceso en algún momento) las dos elecciones principales con las que vamos a enfrentarnos: elegir distribución y entorno de escritorio.
Elección de Distribución
Como sabemos, las aplicaciones GNU/Linux son proyectos de Software Libre que funcionan de una forma interdependiente. Hablamos de proyectos como los que elaboran la suite ofimática Libreoffice, el navegador Firefox, el reproductor multimedia VLC... Y después existen lo que llamamos "Distribuciones": Proyectos (tanto de carácter asociativo como empresarial) que recopilan toda una serie de aplicaciones de Software Libre tomadas de los proyectos anteriormente citados, y elaboran con ellos un sistema operativo completo para ofrecer al usuario final. Cuando queremos "instalar un linux", lo que tenemos es un disco preparado por una distribución; que, una vez instalado, nos proporcionará un sistema operativo completo listo para utilizar.
Aquí es donde puede comenzar el problema. Hay CIENTOS de distribuciones disponibles, tal y como podemos consultar en la página en la que se publica el "ranking" mundial de distribuciones: http://www.distrowatch.org/
¿Qué podemos hacer, entonces? ¿Cómo elegir, entre ellas? La verdad es que, pese a que encontramos tantas distintas, en cuanto indagamos un poco en este mundillo, vemos que la elección final es más limitada de lo que parece.
Primero, hay que tener en cuenta algo fundamental: Muchas de las distribuciones son productos derivados de otras distribuciones. Con lo cual, es fácil llegar a la conclusión de que, salvo que sea por una buena razón que conozcamos y que confiera a una distribución concreta una funcionalidad especial que no podemos conseguir en otra, elegiremos alguna de las "distribuciones madre" en lugar de sus múltiples derivadas.
Las principales distribuciones "madre" de muchas otras son: Debian, Fedora, Ubuntu, OpenSUSE y Mandriva. Eso sí; hay que aclarar que Ubuntu, pese a ser orígen de cientos de distribuciones, es en sí misma también una distribución derivada, se elabora a partir de la rama en desarrollo de Debian. Lo que ocurre es que ha llegado a tener una personalidad propia tan marcada y un grado de popularidad tan importante, que podemos considerarla como una distribución "principal".
Es cierto que podrían nombrarse otras distribuciones que no derivan de otras; pero no tienen la relevancia necesaria ni suficiente interés para el usuario neófito para considerarlas como opción a tener en cuenta. Entre ellas tenemos Slackware o Gentoo.
También podríamos mencionar como interesantes alguna distribución derivada, por su relevancia y nivel de implantación; entre ellas tendríamos Linux Mint (derivada de Ubuntu), PCLinuxOS (derivada en su día de Mandriva) y, para el público hispanohablante, las principales distribuciones "hispánicas" desarrolladas desde instituciones autonómicas españolas: Linex (derivada de Debian), Molinux y Guadalinex (derivadas de Ubuntu).
Bien, ya tenemos el primer filtro de cara a quedarnos con "unas pocas" para elegir. Ahora es cuando podemos examinar otros criterios para la elección.
Por su nivel de popularidad.
Atendiendo a ese criterio, de mayor a menor popularidad (según Distrowatch), las distribuciones mencionadas estarían ordenadas así:
Por el respaldo que tienen de cara a actualizaciones, correcciones, etc.
Aquí, en primer lugar tenemos Debian, con probablemente la mayor comunidad de desarrolladores que hay. Le siguen Fedora y Ubuntu, posteriormente OpenSUSE y Mandriva, y finalmente las derivadas mencionadas.
Por la novedad e innovación que presentan en los paquetes que contienen.
Aquí destacamos, por encima del resto, a Fedora. Después, tendríamos PCLinuxOS. Les siguen Ubuntu y OpenSUSE. Posteriormente, las derivadas de Ubuntu. Seguiríamos con Mandriva y termina la lista Debian, con un software bastante más "antiguo" que el resto.
En cuanto a la cantidad de software que ofertan en sus repositorios.
Los repositorios más amplios son sin duda los de Debian. Ubuntu tiene una cantidad casi similar, y sus derivadas, en la medida en que utilicen sus mismos repositorios u orígenes de software, tendrán esa misma enorme cantidad. Posteriormente está Fedora, y ya a otro nivel se encuentra OpenSUSE; y cierran Mandriva y PCLinuxOS.
En cuanto a la "rocosidad" y/o estabilidad del sistema.
Aquí nos encontramos que la distribución líder sin discusión es Debian. Le siguen a cierta distancia OpenSUSE y Mandriva. Después, estarían Ubuntu y sus derivadas. Le sigue Fedora, y cerraríamos con PCLinuxOS (al ser distribución rolling, permanentemente en cambio).
Por los niveles de seguridad informática que ofrecen por defecto.
En primer lugar, tenemos Fedora, que implementa de serie el sistema SELinux. Después se sitúa Debian. Posteriormente están OpenSUSE y Mandriva. Terminamos la lista con Ubuntu y todas las derivadas. En cualquier caso, en ninguna de estas distribuciones podemos considerar como "mal atendido" el tema de la seguridad.
En cuanto a la periodicidad de lanzamiento de nuevas versiones.
La norma habitual es sacar dos distribuciones al año en la mayor parte de los casos. Aunque tenemos las siguientes particularidades:
OpenSUSE lanza cada 8 meses.
Guadalinex lanza anualmente.
Mandriva ha tenido un impás, y probablemente durante al menos un tiempo tendrá también lanzamientos anuales. También en Molinux están ahora, al menos temporalmente, dejándolo en "modo anual".
Debian publica aproximadamente cada dos años, pero no se marca unas fechas ni tan siquiera aproximadas de lanzamiento. "Cuando esté lista", dicen.
PCLinuxOS no hace lanzamientos como tal, va metiendo las novedades "sobre la marcha". Es un ejemplo de lo que se conoce como "distribuciones rolling".
Por la facilidad de uso y configuración.
Aquí tenemos en primer lugar las distribuciones hispánicas, seguida de cerca por Linux Mint. Después vendría el resto a un nivel similar, y cerraríamos la lista con Debian. Ubuntu tiene una fama bien trabajada de ser "adecuada para principiantes", pero es cierto que la instalación de codecs, plugins y complementos usualmente necesarios para un usuario doméstico estándar hay que hacerla a posteriori, después de la instalación, mientras que en el caso de las citadas en primer lugar es algo que ya está hecho por defecto. Hay que aclarar que el uso cotidiano es similar en todas las distribuciones, no hay apenas diferencia entre una y otra una vez que las configuraciones del sistema se han establecido.
Instalación.
En este apartado no nos vamos a referir a la facilidad de la instalación, ya que hoy día todas tienen el proceso bastante bien automatizado y es algo que puede realizarse sin gran dificultad. Sin embargo, hablaremos de las instalaciones que permiten una mayor flexibilidad y funcionalidad pensando en casos especiales, y por tanto una mayor personalización del procedimiento.
De esta forma, tenemos en primer lugar Fedora, con su fantástico instalador Anaconda. Después, muy de cerca le sigue Debian con su potente instalador. A continuación tenemos OpenSUSE. Le sigue Ubuntu, pero en el caso de esta distro si queremos algo bastante personalizado necesitamos un CD "Alternate", CD especial diferenciado del CD estándar. El resto permiten, en líneas generales, pocas modificaciones sobre lo que es el proceso automatizado estándar de instalación.
En cuanto a su naturaleza como proyecto, bien comunitario o bien empresarial.
Entre las citadas, tenemos un grupo que tienen detrás una comunidad independiente de usuarios. Están Debian, Linux Mint y PCLinuxOS.
Hay otro grupo de distribuciones patrocinadas y/o respaldadas en alguna medida por una gran empresa. Ahí tenemos a Ubuntu, Fedora, Mandriva y OpenSUSE.
Hay otras que están patrocinadas y/o respaldadas por entidades u organismos públicos; son las hispánicas, patrocinadas cada una desde su Comunidad Autónoma correspondiente:
En cuanto a su capacidad para funcionar en ordenadores antiguos y con recursos limitados.
De todas las citadas, seguramente es Debian la que más capacidad tiene de funcionar en equipos poco potentes. También está PCLinuxOS, que es un sistema bastante ligero (especialmente si se instala con el escritorio LXDE). El resto de distribuciones, tienen todas mayores requerimientos de cara al equipo en el que se van a instalar; requerimientos que pueden suavizarse considerablemente si se elige el entorno de escritorio ligero LXDE (no todas lo tienen como opción de instalación).
Una vez expuesto esto, el usuario recién llegado puede valorar sus preferencias. Ha de quedar claro que todas las distribuciones citadas pueden considerarse como interesantes y válidas para su uso. Puede ocurrir que, al ir probándolas, el usuario vea que puede adaptarse más fácilmente a una que al resto, o que le gusta más determinada estética. También puede ocurrir que en determinadas distribuciones el reconocimiento de todos los componentes de su máquina sea mejor que en otras. Esto ocurre, no hay fórmulas mágicas al respecto. Esto se descubre probando, utilizando los CDs en su formato live, es decir, haciendo funcionar la distribución arrancando el sistema desde el CD, sin instalar ni borrar nada de nuestro disco duro.
Espero que este comentario pueda servir de orientación. Próximamente hablaremos sobre los diferentes entornos gráficos, la otra gran elección en el mundo de GNU/Linux.
Siempre se ha dicho que una de las grandes ventajas del mundo de GNU/Linux es su gran flexibilidad, y amplia gama de posibilidades que nos ofrece; pero no es menos cierto que, para el recién llegado, esto supone una dificultad importante, que en muchos casos, hace un "efecto espantada" más que otra cosa. En esta serie de artículos vamos a repasar, de una manera fácil y sencilla (a riesgo de simplificar en exceso en algún momento) las dos elecciones principales con las que vamos a enfrentarnos: elegir distribución y entorno de escritorio.
Elección de Distribución
Como sabemos, las aplicaciones GNU/Linux son proyectos de Software Libre que funcionan de una forma interdependiente. Hablamos de proyectos como los que elaboran la suite ofimática Libreoffice, el navegador Firefox, el reproductor multimedia VLC... Y después existen lo que llamamos "Distribuciones": Proyectos (tanto de carácter asociativo como empresarial) que recopilan toda una serie de aplicaciones de Software Libre tomadas de los proyectos anteriormente citados, y elaboran con ellos un sistema operativo completo para ofrecer al usuario final. Cuando queremos "instalar un linux", lo que tenemos es un disco preparado por una distribución; que, una vez instalado, nos proporcionará un sistema operativo completo listo para utilizar.
Aquí es donde puede comenzar el problema. Hay CIENTOS de distribuciones disponibles, tal y como podemos consultar en la página en la que se publica el "ranking" mundial de distribuciones: http://www.distrowatch.org/
¿Qué podemos hacer, entonces? ¿Cómo elegir, entre ellas? La verdad es que, pese a que encontramos tantas distintas, en cuanto indagamos un poco en este mundillo, vemos que la elección final es más limitada de lo que parece.
Primero, hay que tener en cuenta algo fundamental: Muchas de las distribuciones son productos derivados de otras distribuciones. Con lo cual, es fácil llegar a la conclusión de que, salvo que sea por una buena razón que conozcamos y que confiera a una distribución concreta una funcionalidad especial que no podemos conseguir en otra, elegiremos alguna de las "distribuciones madre" en lugar de sus múltiples derivadas.
Las principales distribuciones "madre" de muchas otras son: Debian, Fedora, Ubuntu, OpenSUSE y Mandriva. Eso sí; hay que aclarar que Ubuntu, pese a ser orígen de cientos de distribuciones, es en sí misma también una distribución derivada, se elabora a partir de la rama en desarrollo de Debian. Lo que ocurre es que ha llegado a tener una personalidad propia tan marcada y un grado de popularidad tan importante, que podemos considerarla como una distribución "principal".
Es cierto que podrían nombrarse otras distribuciones que no derivan de otras; pero no tienen la relevancia necesaria ni suficiente interés para el usuario neófito para considerarlas como opción a tener en cuenta. Entre ellas tenemos Slackware o Gentoo.
También podríamos mencionar como interesantes alguna distribución derivada, por su relevancia y nivel de implantación; entre ellas tendríamos Linux Mint (derivada de Ubuntu), PCLinuxOS (derivada en su día de Mandriva) y, para el público hispanohablante, las principales distribuciones "hispánicas" desarrolladas desde instituciones autonómicas españolas: Linex (derivada de Debian), Molinux y Guadalinex (derivadas de Ubuntu).
Bien, ya tenemos el primer filtro de cara a quedarnos con "unas pocas" para elegir. Ahora es cuando podemos examinar otros criterios para la elección.
Por su nivel de popularidad.
Atendiendo a ese criterio, de mayor a menor popularidad (según Distrowatch), las distribuciones mencionadas estarían ordenadas así:
- Ubuntu
- Linux Mint
- Fedora
- Debian
- OpenSUSE
- PCLinuxOS
- Mandriva
- Guadalinex
- Linex
- Molinux
Por el respaldo que tienen de cara a actualizaciones, correcciones, etc.
Aquí, en primer lugar tenemos Debian, con probablemente la mayor comunidad de desarrolladores que hay. Le siguen Fedora y Ubuntu, posteriormente OpenSUSE y Mandriva, y finalmente las derivadas mencionadas.
Por la novedad e innovación que presentan en los paquetes que contienen.
Aquí destacamos, por encima del resto, a Fedora. Después, tendríamos PCLinuxOS. Les siguen Ubuntu y OpenSUSE. Posteriormente, las derivadas de Ubuntu. Seguiríamos con Mandriva y termina la lista Debian, con un software bastante más "antiguo" que el resto.
En cuanto a la cantidad de software que ofertan en sus repositorios.
Los repositorios más amplios son sin duda los de Debian. Ubuntu tiene una cantidad casi similar, y sus derivadas, en la medida en que utilicen sus mismos repositorios u orígenes de software, tendrán esa misma enorme cantidad. Posteriormente está Fedora, y ya a otro nivel se encuentra OpenSUSE; y cierran Mandriva y PCLinuxOS.
En cuanto a la "rocosidad" y/o estabilidad del sistema.
Aquí nos encontramos que la distribución líder sin discusión es Debian. Le siguen a cierta distancia OpenSUSE y Mandriva. Después, estarían Ubuntu y sus derivadas. Le sigue Fedora, y cerraríamos con PCLinuxOS (al ser distribución rolling, permanentemente en cambio).
Por los niveles de seguridad informática que ofrecen por defecto.
En primer lugar, tenemos Fedora, que implementa de serie el sistema SELinux. Después se sitúa Debian. Posteriormente están OpenSUSE y Mandriva. Terminamos la lista con Ubuntu y todas las derivadas. En cualquier caso, en ninguna de estas distribuciones podemos considerar como "mal atendido" el tema de la seguridad.
En cuanto a la periodicidad de lanzamiento de nuevas versiones.
La norma habitual es sacar dos distribuciones al año en la mayor parte de los casos. Aunque tenemos las siguientes particularidades:
OpenSUSE lanza cada 8 meses.
Guadalinex lanza anualmente.
Mandriva ha tenido un impás, y probablemente durante al menos un tiempo tendrá también lanzamientos anuales. También en Molinux están ahora, al menos temporalmente, dejándolo en "modo anual".
Debian publica aproximadamente cada dos años, pero no se marca unas fechas ni tan siquiera aproximadas de lanzamiento. "Cuando esté lista", dicen.
PCLinuxOS no hace lanzamientos como tal, va metiendo las novedades "sobre la marcha". Es un ejemplo de lo que se conoce como "distribuciones rolling".
Por la facilidad de uso y configuración.
Aquí tenemos en primer lugar las distribuciones hispánicas, seguida de cerca por Linux Mint. Después vendría el resto a un nivel similar, y cerraríamos la lista con Debian. Ubuntu tiene una fama bien trabajada de ser "adecuada para principiantes", pero es cierto que la instalación de codecs, plugins y complementos usualmente necesarios para un usuario doméstico estándar hay que hacerla a posteriori, después de la instalación, mientras que en el caso de las citadas en primer lugar es algo que ya está hecho por defecto. Hay que aclarar que el uso cotidiano es similar en todas las distribuciones, no hay apenas diferencia entre una y otra una vez que las configuraciones del sistema se han establecido.
Instalación.
En este apartado no nos vamos a referir a la facilidad de la instalación, ya que hoy día todas tienen el proceso bastante bien automatizado y es algo que puede realizarse sin gran dificultad. Sin embargo, hablaremos de las instalaciones que permiten una mayor flexibilidad y funcionalidad pensando en casos especiales, y por tanto una mayor personalización del procedimiento.
De esta forma, tenemos en primer lugar Fedora, con su fantástico instalador Anaconda. Después, muy de cerca le sigue Debian con su potente instalador. A continuación tenemos OpenSUSE. Le sigue Ubuntu, pero en el caso de esta distro si queremos algo bastante personalizado necesitamos un CD "Alternate", CD especial diferenciado del CD estándar. El resto permiten, en líneas generales, pocas modificaciones sobre lo que es el proceso automatizado estándar de instalación.
En cuanto a su naturaleza como proyecto, bien comunitario o bien empresarial.
Entre las citadas, tenemos un grupo que tienen detrás una comunidad independiente de usuarios. Están Debian, Linux Mint y PCLinuxOS.
Hay otro grupo de distribuciones patrocinadas y/o respaldadas en alguna medida por una gran empresa. Ahí tenemos a Ubuntu, Fedora, Mandriva y OpenSUSE.
Hay otras que están patrocinadas y/o respaldadas por entidades u organismos públicos; son las hispánicas, patrocinadas cada una desde su Comunidad Autónoma correspondiente:
- Guadalinex (Andalucía)
- Molinux (Castilla la Mancha)
- Linex (Extremadura)
En cuanto a su capacidad para funcionar en ordenadores antiguos y con recursos limitados.
De todas las citadas, seguramente es Debian la que más capacidad tiene de funcionar en equipos poco potentes. También está PCLinuxOS, que es un sistema bastante ligero (especialmente si se instala con el escritorio LXDE). El resto de distribuciones, tienen todas mayores requerimientos de cara al equipo en el que se van a instalar; requerimientos que pueden suavizarse considerablemente si se elige el entorno de escritorio ligero LXDE (no todas lo tienen como opción de instalación).
Una vez expuesto esto, el usuario recién llegado puede valorar sus preferencias. Ha de quedar claro que todas las distribuciones citadas pueden considerarse como interesantes y válidas para su uso. Puede ocurrir que, al ir probándolas, el usuario vea que puede adaptarse más fácilmente a una que al resto, o que le gusta más determinada estética. También puede ocurrir que en determinadas distribuciones el reconocimiento de todos los componentes de su máquina sea mejor que en otras. Esto ocurre, no hay fórmulas mágicas al respecto. Esto se descubre probando, utilizando los CDs en su formato live, es decir, haciendo funcionar la distribución arrancando el sistema desde el CD, sin instalar ni borrar nada de nuestro disco duro.
Espero que este comentario pueda servir de orientación. Próximamente hablaremos sobre los diferentes entornos gráficos, la otra gran elección en el mundo de GNU/Linux.
domingo, 11 de septiembre de 2011
A vueltas con Gnome 3...
Recientemente hemos hablado de Fedora, y su apuesta por lo novedoso. Y una de sus apuestas fuertes recientes es la incorporación del nuevo entorno gráfico Gnome 3. Tal y como hablamos en su día respecto a los entornos de escritorio, Gnome 3 supone un cambio total y absoluto respecto a su predecesor, Gnome 2. Tal y como comenté en su día, este cambio suponía una ruptura importante y consideré que había que darle una oportunidad y conocerlo un poco mejor. Así que dicho y hecho, lo instalé en un ordenador de sobremesa para pruebas, con una instalación por defecto desde un DVD con Fedora 15.
Una vez hecha la instalación, me encontré algo totalmente nuevo para mí. La verdad es que me sorprendió. Y recordé lo que en su día se comentó acerca de Gnome 3. Supuestamente, los desarrolladores de Gnome habían estado dándole vueltas a lo que había de ser "el escritorio del siglo XXI". Entre las conclusiones a las que llegaron, había cuestiones como:
Dicho y hecho. Con esas principales premisas han desarrollado Gnome 3. Tengo que decir que, después de tres días de pruebas, añadiendo algunas extensiones de las que vienen con Fedora, y usando un par de atajos de teclado que me parecen fundamentales... el entorno Gnome 3 me ha conquistado totalmente. Visualmente ha mejorado mucho respecto a su predecesor, y consiguen un equilibrio importante aportando al mismo tiempo minimalismo y elegancia. Nos hemos despedido de muchos elementos superfluos, como iconos permanentes en el escritorio, botones en las ventanas (sólo queda el de cerrar). El panel sigue arriba, es mínimo y claro (se pueden añadir algunos complementos con las extensiones), y para muchos recuerda al aspecto visual de un smartphone (con lo que consiguen también su objetivo de pensar en esos nuevos dispositivos que van ganándose su espacio en el mundo de la informática).
Personalmente, se lo recomiendo ya a todo usuario que no se sienta atado a la estructura tradicional del entorno gráfico que conocemos. Es verdaderamente simple en su estructura, y a la gente a la que se lo he instalado, sólo he necesitado dedicarle 5 o 10 minutos para explicar ese nuevo concepto de entorno visual. Conjuga perfectamente, como ya digo, minimalismo y elegancia, y tiene una proyección increíble, gracias a la capacidad de incorporar extensiones.
Recomiendo echar un vistazo en este extenso manual sobre Gnome:
http://library.gnome.org/
Y, por supuesto, también la web que específicamente sobre esta nueva versión 3 han hecho desde el proyecto Gnome:
http://www.gnome3.org/
Es cierto que el cambio puede resultar demasiado brusco para muchos. También creo que se le ha criticado demasiado duramente y en muchos casos sin suficiente conocimiento de causa. Pero finalmente cambios tienen que llegar, y se ha hecho. Decisión audaz pero acertada en mi opinión. Y sin olvidar las inmensas posibilidades de crecer que este nuevo entorno ofrece. Gnome 2 dejaba fríos e indiferentes a muchos usuarios de otros sistemas. Gnome 3 en cambio, difícilmente dejará indiferente a nadie.
Una vez hecha la instalación, me encontré algo totalmente nuevo para mí. La verdad es que me sorprendió. Y recordé lo que en su día se comentó acerca de Gnome 3. Supuestamente, los desarrolladores de Gnome habían estado dándole vueltas a lo que había de ser "el escritorio del siglo XXI". Entre las conclusiones a las que llegaron, había cuestiones como:
- Hay en general demasiados elementos (iconos, paneles, etc) en un entorno de escritorio convencional. Muchos de ellos sobran, distraen, y quitan espacio de pantalla.
- Había que conseguir un escritorio, por consiguiente, ligero y simple, pero a la vez elegante y visualmente atractivo.
- La informática moderna ya no sólo se desarrolla en ordenadores de escritorio y portátiles convencionales, sino que otros dispositivos como las tablets o los miniportátiles van ganando terreno. Ese nuevo entorno de escritorio ha de pensar también en ellos.
Dicho y hecho. Con esas principales premisas han desarrollado Gnome 3. Tengo que decir que, después de tres días de pruebas, añadiendo algunas extensiones de las que vienen con Fedora, y usando un par de atajos de teclado que me parecen fundamentales... el entorno Gnome 3 me ha conquistado totalmente. Visualmente ha mejorado mucho respecto a su predecesor, y consiguen un equilibrio importante aportando al mismo tiempo minimalismo y elegancia. Nos hemos despedido de muchos elementos superfluos, como iconos permanentes en el escritorio, botones en las ventanas (sólo queda el de cerrar). El panel sigue arriba, es mínimo y claro (se pueden añadir algunos complementos con las extensiones), y para muchos recuerda al aspecto visual de un smartphone (con lo que consiguen también su objetivo de pensar en esos nuevos dispositivos que van ganándose su espacio en el mundo de la informática).
Personalmente, se lo recomiendo ya a todo usuario que no se sienta atado a la estructura tradicional del entorno gráfico que conocemos. Es verdaderamente simple en su estructura, y a la gente a la que se lo he instalado, sólo he necesitado dedicarle 5 o 10 minutos para explicar ese nuevo concepto de entorno visual. Conjuga perfectamente, como ya digo, minimalismo y elegancia, y tiene una proyección increíble, gracias a la capacidad de incorporar extensiones.
Recomiendo echar un vistazo en este extenso manual sobre Gnome:
http://library.gnome.org/
Y, por supuesto, también la web que específicamente sobre esta nueva versión 3 han hecho desde el proyecto Gnome:
http://www.gnome3.org/
Es cierto que el cambio puede resultar demasiado brusco para muchos. También creo que se le ha criticado demasiado duramente y en muchos casos sin suficiente conocimiento de causa. Pero finalmente cambios tienen que llegar, y se ha hecho. Decisión audaz pero acertada en mi opinión. Y sin olvidar las inmensas posibilidades de crecer que este nuevo entorno ofrece. Gnome 2 dejaba fríos e indiferentes a muchos usuarios de otros sistemas. Gnome 3 en cambio, difícilmente dejará indiferente a nadie.
jueves, 21 de julio de 2011
Más allá de Ubuntu: descubriendo Fedora
Con frecuencia, cuando hablo con usuarios recién llegados a GNU/Linux, observo que muchos de ellos creen que las opciones en cuanto a sistemas operativos libres se reducen a Ubuntu y poco más. Entiendo, entonces, que puede ser bueno de cara a estos usuarios, que esporádicamente hablemos de alguna más de las excelentes distribuciones que podemos encontrar en este mundillo. También para conocimiento general, pues muchos usuarios veteranos están acostumbrados a su "distribución de toda la vida" y apenas conocen otras salvo de oídas.
En esta ocasión vamos a hablar de Fedora, una de las distribuciones "de peso" y con más antigüedad en el planeta linux. Es una de las de mayor popularidad, y tiene el respaldo de una de las mayores comunidades de usuarios, con muy buen soporte de actualizaciones. Está patrocinada por Red Hat, y puede decirse que es en cierta medida la "lanzadera" para lo que después se incorporará en la distribución Red Hat Enterprise Linux, de pago y orientada a servidores y escritorios en entornos de negocios. También se dice que es el sistema que utiliza Linus Torvalds, creador de Linux.
Fedora está considerada como el abanderado de la innovación; no en vano ha sido pionera lanzando su última versión con Gnome 3, un entorno gráfico totalmente nuevo que no tiene nada que ver con el Gnome tradicional. También fueron "la punta de lanza" con los drivers nouveau, drivers libres para tarjetas gráficas Nvidia.
Estas cuestiones y algunas más hacen que no sea una distribución al gusto de los nuevos usuarios en linux. De hecho, pruebas anteriores que he hecho con ella no han sido de mi agrado: fallos y roturas del sistema, dificultad para obtener algunos programas que en entornos Debian y Ubuntu se instalan con absoluta sencillez, y una instalación por defecto a la que, en opinión de muchos, queda muy corta para las necesidades del usuario doméstico habitual. Por defecto, no hay controladores privativos instalados, como tampoco trae flash ni codecs multimedia no libres. Esto también contribuye a que muchos de los que hacemos instalaciones a terceros tampoco consideremos esta distribución como interesante para nuestros encargos.
No obstante, una vez que se sabe algo más sobre ella, se empiezan a ver los "pros", así como minmizar esos "contras" que parecen condicionar tanto.
En sus "pros" está el excelente sistema de seguridad que se implementa en Fedora y todos los sistemas de Red Hat, que no es otro que selinux. También el excelente respaldo que hay tanto por parte de la comunidad como desde Red Hat. Sin olvidar con que sus aplicaciones cuentan con las últimas mejoras y funcionalidades.
Y respecto a sus contras, están las que antes hemos mencionado. Pero estas no son tan inconvenientes simplemente con tener en cuenta algunas cuestiones básicas sobre Fedora:
Enlaces interesantes sobre Fedora:
https://fedoraproject.org/es/features/
Una buena introducción acerca de qué es Fedora, hecha de forma muy amena.
https://fedoraproject.org/es/using/
Un espacio donde se nos hacen sugerencias de programas y aplicaciones que pueden utilizarse en Fedora (y muchas de ellas también en otras distribuciones) para tareas informáticas habituales.
http://docs.fedoraproject.org/es-ES/index.html
Manual de usuario de Fedora. Muy completo y detallado, realmente interesante si se quiere conocer mejor la distribución, y si queremos lanzarnos "a fondo" con ella.
https://fedoraproject.org/es/get-fedora-options#formats
Enlace para descargarnos Fedora. Aquí no aparece sólo la opción predeterminada, que es el CD Live con Gnome, sino que tenemos disponible el DVD, con las ventajas que hemos mencionado en el artículo. Por supuesto, son ventajas cuando queremos instalar; si simplemente queremos probarla sin modificar nada en nuestro equipo, bastará con descargarnos el CD Live.
http://www.fedora-es.com/
Portal de la comunidad Fedora en castellano. Con foros, manuales, artículos, etc.
Espero que os pueda ser de alguna utilidad. Porque el mundo de GNU/Linux es amplio y extenso, con multiples posibilidades y sería una pena no beneficiarnos de ello por mero desconocimiento.
Saludos.
En esta ocasión vamos a hablar de Fedora, una de las distribuciones "de peso" y con más antigüedad en el planeta linux. Es una de las de mayor popularidad, y tiene el respaldo de una de las mayores comunidades de usuarios, con muy buen soporte de actualizaciones. Está patrocinada por Red Hat, y puede decirse que es en cierta medida la "lanzadera" para lo que después se incorporará en la distribución Red Hat Enterprise Linux, de pago y orientada a servidores y escritorios en entornos de negocios. También se dice que es el sistema que utiliza Linus Torvalds, creador de Linux.
Fedora está considerada como el abanderado de la innovación; no en vano ha sido pionera lanzando su última versión con Gnome 3, un entorno gráfico totalmente nuevo que no tiene nada que ver con el Gnome tradicional. También fueron "la punta de lanza" con los drivers nouveau, drivers libres para tarjetas gráficas Nvidia.
Estas cuestiones y algunas más hacen que no sea una distribución al gusto de los nuevos usuarios en linux. De hecho, pruebas anteriores que he hecho con ella no han sido de mi agrado: fallos y roturas del sistema, dificultad para obtener algunos programas que en entornos Debian y Ubuntu se instalan con absoluta sencillez, y una instalación por defecto a la que, en opinión de muchos, queda muy corta para las necesidades del usuario doméstico habitual. Por defecto, no hay controladores privativos instalados, como tampoco trae flash ni codecs multimedia no libres. Esto también contribuye a que muchos de los que hacemos instalaciones a terceros tampoco consideremos esta distribución como interesante para nuestros encargos.
No obstante, una vez que se sabe algo más sobre ella, se empiezan a ver los "pros", así como minmizar esos "contras" que parecen condicionar tanto.
En sus "pros" está el excelente sistema de seguridad que se implementa en Fedora y todos los sistemas de Red Hat, que no es otro que selinux. También el excelente respaldo que hay tanto por parte de la comunidad como desde Red Hat. Sin olvidar con que sus aplicaciones cuentan con las últimas mejoras y funcionalidades.
Y respecto a sus contras, están las que antes hemos mencionado. Pero estas no son tan inconvenientes simplemente con tener en cuenta algunas cuestiones básicas sobre Fedora:
- El "problema" de su inestabilidad queda paliado en gran medida si lo instalamos entre dos y tres meses después de su publicación. A esas alturas el sistema ha mejorado considerablemente, pues ha dado tiempo a conocer muchos errores y a trabajar sobre ellos. Además, como el soporte de actualizaciones y seguridad que Fedora da a sus productos es de 18 meses aunque publican una nueva cada aproximadamente 6, si queremos estar un tiempo "tranquilos" con nuestro sistema, podemos saltarnos una versión e instalar la siguiente, por ejemplo, un año más tarde aproximadamente.
- El problema de que no nos gusta cómo queda la instalación por defecto, se soluciona en gran medida si tenemos la precaución de hacer la instalación con el DVD, no con los CD Live. Ahí arrancamos el instalador Anaconda con todo su potencial, pudiendo utilizar múltiples opciones de configuración sobre nuestro próximo sistema, algunas de las cuales nos permiten elegir escritorio, idioma, tipos de aplicaciones, etc.
- Y el problema de los codecs multimedia, y otras cosas que no vienen por defecto, encuentra solución en los múltiples posts que podemos encontrar en internet tras cada publicación, simplemente poniendo en nuestro buscador "configurar fedora", o "después de instalar fedora". Aquí se nos habla de cómo añadir repositorios adicionales, y cómo instalar todos esos elementos.
Enlaces interesantes sobre Fedora:
https://fedoraproject.org/es/features/
Una buena introducción acerca de qué es Fedora, hecha de forma muy amena.
https://fedoraproject.org/es/using/
Un espacio donde se nos hacen sugerencias de programas y aplicaciones que pueden utilizarse en Fedora (y muchas de ellas también en otras distribuciones) para tareas informáticas habituales.
http://docs.fedoraproject.org/es-ES/index.html
Manual de usuario de Fedora. Muy completo y detallado, realmente interesante si se quiere conocer mejor la distribución, y si queremos lanzarnos "a fondo" con ella.
https://fedoraproject.org/es/get-fedora-options#formats
Enlace para descargarnos Fedora. Aquí no aparece sólo la opción predeterminada, que es el CD Live con Gnome, sino que tenemos disponible el DVD, con las ventajas que hemos mencionado en el artículo. Por supuesto, son ventajas cuando queremos instalar; si simplemente queremos probarla sin modificar nada en nuestro equipo, bastará con descargarnos el CD Live.
http://www.fedora-es.com/
Portal de la comunidad Fedora en castellano. Con foros, manuales, artículos, etc.
Espero que os pueda ser de alguna utilidad. Porque el mundo de GNU/Linux es amplio y extenso, con multiples posibilidades y sería una pena no beneficiarnos de ello por mero desconocimiento.
Saludos.
jueves, 30 de junio de 2011
Descargando y grabando distribuciones Linux
Últimamente conozco bastantes casos de errores realmente sorprendentes en el funcionamiento de distribuciones. Errores que en muchos casos, al tratarse de instalaciones totalmente estándar, sólo son comprensibles considerando la posibilidad de que el disco que se ha creado de la distribución no esté bien grabado; bien por un error al descargarlo, o bien por un error en la grabación. Entonces vamos a aclarar el proceso de cómo hacer ese proceso para evitar dichas situaciones.
El proceso lo resumiríamos así:
1) descargar el archivo ISO.
2) consultar su integridad con el archivo md5sum correspondiente
3) grabar el disco como disco imagen, haciendo que nuestro grabador compruebe la integridad de los datos grabados.
1) Descargar el archivo ISO. Esto, en principio, puede ser la parte más fácil. Normalmente los navegadores van a descargar los archivos a través de sus opciones de descarga directa de archivos. Sí que hay que tener en cuenta que Internet Explorer de windows (por si lo descargamos desde ahí) puede darnos alguna limitación en casos de archivos muy grandes, mayores de 4 GB. En caso de que sea una distribución que ocupe más, es mejor descargarla con Firefox.
La teoría nos dice que la opción de descarga directa de los navegadores funciona perfectamente; pero en la práctica ocurre que aparecen muchos errores en este tipo de descargas. Por esta razón, siempre recomendamos preferentemente hacerlo a través de programas gestores de descargas, como jdownloader, wget, kget, multiget... o programas torrent de compartición de archivos.
2) Una vez que ya tenemos el archivo ISO descargado, tenemos que comprobar la integridad de lo descargado. Esta información nos la puede dar la utilidad md5sum.
En todas las zonas de descarga de distribuciones linux, existe junto a los archivos ISO, también acceso a la información md5sum. Digamos que esto es un sistema que analiza el archivo y genera un código largo de caracteres que lo identifica. Otro archivo que sea idéntico generará el mismo código. De forma que consultamos ese código (el navegador nos lo abrirá pinchando en la opción md5sum, o nos lo descargará). Una vez que tenemos ya ese código, lo comparamos con el del archivo que hemos descargado. Lo hacemos desde la terminal poniendo:
md5sum <nombre del archivo descargado>
Estará un tiempo obteniendo ese código; finalmente nos lo presenta en pantalla. Una vez que lo vemos en pantalla, comprobamos si es el mismo que el md5sum de la página de descargas. En caso afirmativo, ya sabemos que la descarga ha sido correcta.
Si estamos haciendo esa descarga desde windows, tendremos que descargar la utilidad md5sum para windows. La podemos encontrar aquí: http://www.md5summer.org/download.html
3) Una vez que ya sabemos que la descarga se ha realizado correctamente, procedemos a su grabación en un CD o DVD. Es importante recordar que la forma de grabar esto es no como un CD/DVD de datos, sino como un disco imagen. Esta opción la tienen todos los grabadores de discos, entre ellos k3b, brasero o Nero. De la misma forma, aunque nos ralentice la operación, es conveniente que grabemos a la menor velocidad posible, y que le hagamos comprobar la integridad de los datos grabados.
Una vez hecho esto, podemos confiar en haber obtenido un disco sin fallos con la distribución GNU/Linux que queremos utilizar.
El proceso lo resumiríamos así:
1) descargar el archivo ISO.
2) consultar su integridad con el archivo md5sum correspondiente
3) grabar el disco como disco imagen, haciendo que nuestro grabador compruebe la integridad de los datos grabados.
1) Descargar el archivo ISO. Esto, en principio, puede ser la parte más fácil. Normalmente los navegadores van a descargar los archivos a través de sus opciones de descarga directa de archivos. Sí que hay que tener en cuenta que Internet Explorer de windows (por si lo descargamos desde ahí) puede darnos alguna limitación en casos de archivos muy grandes, mayores de 4 GB. En caso de que sea una distribución que ocupe más, es mejor descargarla con Firefox.
La teoría nos dice que la opción de descarga directa de los navegadores funciona perfectamente; pero en la práctica ocurre que aparecen muchos errores en este tipo de descargas. Por esta razón, siempre recomendamos preferentemente hacerlo a través de programas gestores de descargas, como jdownloader, wget, kget, multiget... o programas torrent de compartición de archivos.
2) Una vez que ya tenemos el archivo ISO descargado, tenemos que comprobar la integridad de lo descargado. Esta información nos la puede dar la utilidad md5sum.
En todas las zonas de descarga de distribuciones linux, existe junto a los archivos ISO, también acceso a la información md5sum. Digamos que esto es un sistema que analiza el archivo y genera un código largo de caracteres que lo identifica. Otro archivo que sea idéntico generará el mismo código. De forma que consultamos ese código (el navegador nos lo abrirá pinchando en la opción md5sum, o nos lo descargará). Una vez que tenemos ya ese código, lo comparamos con el del archivo que hemos descargado. Lo hacemos desde la terminal poniendo:
md5sum <nombre del archivo descargado>
Estará un tiempo obteniendo ese código; finalmente nos lo presenta en pantalla. Una vez que lo vemos en pantalla, comprobamos si es el mismo que el md5sum de la página de descargas. En caso afirmativo, ya sabemos que la descarga ha sido correcta.
Si estamos haciendo esa descarga desde windows, tendremos que descargar la utilidad md5sum para windows. La podemos encontrar aquí: http://www.md5summer.org/download.html
3) Una vez que ya sabemos que la descarga se ha realizado correctamente, procedemos a su grabación en un CD o DVD. Es importante recordar que la forma de grabar esto es no como un CD/DVD de datos, sino como un disco imagen. Esta opción la tienen todos los grabadores de discos, entre ellos k3b, brasero o Nero. De la misma forma, aunque nos ralentice la operación, es conveniente que grabemos a la menor velocidad posible, y que le hagamos comprobar la integridad de los datos grabados.
Una vez hecho esto, podemos confiar en haber obtenido un disco sin fallos con la distribución GNU/Linux que queremos utilizar.
martes, 7 de junio de 2011
Debian con KDE: Preparación de sistema con arranque dual Linux - Windows
Como dije anteriormente, voy a compartir mi experiencia respecto a una instalación de Debian con KDE.
Dicen, y creo que es cierto, que es inteligente no ser redundante (al menos, no serlo demasiado). Hay múltiples artículos en la red sobre la instalación de Debian. De forma que voy a hablar más de otros pasos que no están tan cubiertos: la preparación de un sistema con arranque dual, y posteriormente la configuración post-instalación. Es decir, me centraré en el "antes" y en el "después", ya que acerca del "durante" hay montañas de información, además de tratarse de un método muy muy automatizado, que no ofrece apenas dificultades para el usuario (las pocas dificultades que puede presentar son en momentos muy puntuales de la instalación, y éstas pueden aclararse de forma breve y sencilla).
En esta entrega, entonces, procedo a explicar la preparación de un sistema dual. ¿Por qué? -se puede estar preguntando el lector. La razón es sencilla. Cuando alguien comienza con GNU/Linux, no suele estar en un momento en el que pueda prescindir al 100% de windows. Tampoco está preparado (todavía) para instalarse una máquina virtual dentro de su sistema GNU/Linux (un programa que hace de ordenador virtual con windows dentro de nuestro ordenador con Linux). De forma que la solución más habitual y más recomendable para evitar que la aventura del cambio se convierta en una pesadilla, es hacer, al menos temporalmente, un sistema con arranque dual, es decir, con los dos sistemas; con la posibilidad de elegir al arrancar el ordenador, si queremos la sesión con windows o con Linux.
Qué supone un sistema dual
En primer lugar, tiene que quedar claro qué supone un sistema dual. Por supuesto, la idea ha quedado ya definida en la anterior explicación: el ordenador nos va a dejar elegir entre dos o más sistemas al inicio.
En segundo lugar, el usuario tiene que saber que un sistema dual supone que cada sistema utiliza una "porción" del disco duro; una (o varias) particiones quedan para cada sistema, de forma independiente. Es decir, no trabajan "en la misma zona del disco" los dos sistemas. Eso sí, después es posible acceder a los contenidos de windows desde nuestro GNU/Linux. Pero windows no va a saber acceder a los datos de nuestro Linux (y mejor así).
En tercer lugar, hay que tener cuidado con cómo instalamos y qué desinstalamos. Si tenemos primero linux instalado, y posteriormente en el resto del disco ponemos windows, éste último borrará el arranque de linux, y ya no podremos acceder a él. Igualmente, si teniendo el arranque dual habitual (hemos instalado primero windows y luego linux), si decidimos borrar la/s partición/es de linux por las buenas, no arrancará nada, porque el gestor de arranque está gestionado desde linux. Esto significa: primero instalar windows y después linux; y, a la hora de desinstalar linux, antes hay que restaurar el arranque propio de windows.
Por último, recordar algo que es bastante lógico: siempre que se modifican las particiones de un ordenador hay riesgo de pérdida de datos, lo que hace recomendable disponer de copias de seguridad de la información que tenemos almacenada.
Particiones que serán necesarias
Un sistema dual, como ya hemos comentado, utilizará el disco duro no como un todo, sino una o varias particiones independientes para cada sistema (como si fuesen varios discos independientes dentro de uno mismo). Imaginemos que el disco duro es un pastel alargado. Podemos considerar cada partición como un trozo de dicho pastel.
Windows puede funcionar con una sóla; pero es habitual que esté repartido en varias particiones: una para los archivos del sistema, otra para los datos de los usuarios, y a veces otra de recuperación por si tenemos que reinstalar el sistema.
GNU/Linux necesita al menos dos particiones. Primero, la partición principal (conocida simplemente como "/"). Segundo, la partición "swap". Así se conoce una partición que se utiliza como "memoria auxiliar", cuando nuestra memoria RAM anda muy saturada de uso. Se conoce también como "área de intercambio". Frecuentemente se separa también en una partición independiente la /home, el sitio donde se ubican todos los datos y configuraciones de los usuarios del equipo. También hay quien hace una partición independiente para el arranque, la /boot (aunque esto sólo en instalaciones avanzadas y complejas).
Llegados a este punto, recordar también otro punto importante: los ordenadores de hoy día no reconocen más de cuatro particiones primarias en un disco duro. Esto quiere decir que, cuando haya que definirlas, tendremos que tener cuidado de este límite, y no definirlas todas como primarias, sino que incluiremos "particiones lógicas" (un particionado más "virtual" y menos "físico", digámoslo así).
Preparar arranque dual con windows XP (o anteriores) + Linux
En este caso, será suficiente utilizar una herramienta de particionado y manipulación de discos como las que vienen en cualquier Live CD de GNU/Linux, arrancando el ordenador desde el CD correspondiente. Previamente habremos hecho un defragmentado del disco duro (esto es importante). Entre ellas tenemos Gparted.
Seleccionaremos la partición de windows que tenga los datos del usuario, y reduciremos su tamaño para dejar espacio libre a nuestro futuro sistema linux. Recordamos, como siempre, que si bien GNU/Linux optimiza bastante bien el espacio, es conveniente ser generosos con lo que vamos a asignarle.
Una vez hecho esto, procederemos a la instalación de nuestro sistema GNU/Linux. En el espacio libre que tenemos, crearemos las particiones que entendamos necesarias, según lo expuesto anteriormente. También podemos optar por un particionado automático; pero en este caso siempre tendremos que especificar que queremos instalar. Generará un menú que nos dará la opción de arrancar, bien con windows, bien con GNU/Linux.
Preparar arranque dual con Vista/7 + GNU/Linux
En este caso no es tan sencillo como en el anterior. Estos sistemas llevan un control de sus particiones, de tal forma que chequean cómo están sus particiones cuando se cierra el sistema, y de nuevo cuando vuelve a abrirse; si no coinciden, el sistema puede no arrancar. Eso quiere decir que no podemos iniciar "furtivamente" nuestro ordenador desde un CD Live y modificar las particiones; corremos el peligro de que luego windows no quiera ponerse en marcha.
Aquí necesitamos, en primer lugar, que windows "nos ceda él mismo" parte de su espacio para poner otros sistemas. Para ello, en primer lugar hacemos un defragmentado del disco, como en el caso anterior. Nunca recuerdo dónde se encuentra esta herramienta en windows; pero siempre la encuentro escribiendo "defragmentar" en el apartado "buscar" del menú.
Una vez que tenemos defragmentado el disco, buscamos la opción de "redimensionar particiones". Aquí, nos dará opción de reducir hasta un máximo que él mismo calcula. En principio, siempre reduciremos la partición en la que se encuentran nuestros datos, no la del sistema, si es que estuviesen separados. Si consideramos suficiente el espacio ofrecido (no deberíamos dedicar menos de 10 GB para nuestro linux), aceptamos y al finalizar, ya tenemos todo preparado para hacer una instalación de linux que acompañe a windows en nuestro equipo.
Si vemos que necesitamos más espacio, cuidado; puede ocurrir que sea peligroso para el sistema windows reducirlo más, o tal vez simplemente que el defragmentador no es suficientemente eficiente. Sólo si nos aseguramos que no se trata de una reducción que pudiera ser peligrosa para la integridad de los datos de windows (dejarlos "muy apretados" o sin espacio suficiente), arrancaremos el CD de instalación desde la sesión de windows, y nuestro instalador "hará gestiones" que faciliten poder reducir más la partición en el momento de hacer la instalación (nos pedirá reiniciar con el CD introducido).
Una vez que ya tenemos hechas estas operaciones, estamos listos para iniciar una instalación de linux en nuestro ordenador, de forma que mantengamos ambos sistemas (windows y linux) y podamos arrancar con el que queramos al iniciar la sesión.
Hoy día, prácticamente todas las distribuciones nos permiten elegir instalar en "el espacio libre en el disco". También nos pueden permitir, como hemos mencionado, reducir aún más alguna de las particiones de windows (esto último suele funcionar; pero no podemos garantizar al 100% "el éxito de la operación": ¡si vas a hacerlo, ten previamente a salvo tus datos en un dispositivo externo!).
Tal y como he comentado durante este artículo, hay montones de sitios web donde se guía paso a paso a través de una instalación de Debian Squeeze. Por ejemplo:
http://usuariodebian.blogspot.com/
http://www.esdebian.org/wiki/instalacion
Sólo os comentaré que, para hacer la instalación con KDE y no con otro, tenéis que entrar en el menú inicial del instalador en "advanced options" y continuar en "alternate desktops", para elegir finalmente KDE cuando os aparezca la lista de escritorios disponibles (os aparecerán Xfce, LXDE y KDE).
Continuaremos entonces con el proceso post-instalación. Espero que os sirva.
Dicen, y creo que es cierto, que es inteligente no ser redundante (al menos, no serlo demasiado). Hay múltiples artículos en la red sobre la instalación de Debian. De forma que voy a hablar más de otros pasos que no están tan cubiertos: la preparación de un sistema con arranque dual, y posteriormente la configuración post-instalación. Es decir, me centraré en el "antes" y en el "después", ya que acerca del "durante" hay montañas de información, además de tratarse de un método muy muy automatizado, que no ofrece apenas dificultades para el usuario (las pocas dificultades que puede presentar son en momentos muy puntuales de la instalación, y éstas pueden aclararse de forma breve y sencilla).
En esta entrega, entonces, procedo a explicar la preparación de un sistema dual. ¿Por qué? -se puede estar preguntando el lector. La razón es sencilla. Cuando alguien comienza con GNU/Linux, no suele estar en un momento en el que pueda prescindir al 100% de windows. Tampoco está preparado (todavía) para instalarse una máquina virtual dentro de su sistema GNU/Linux (un programa que hace de ordenador virtual con windows dentro de nuestro ordenador con Linux). De forma que la solución más habitual y más recomendable para evitar que la aventura del cambio se convierta en una pesadilla, es hacer, al menos temporalmente, un sistema con arranque dual, es decir, con los dos sistemas; con la posibilidad de elegir al arrancar el ordenador, si queremos la sesión con windows o con Linux.
Qué supone un sistema dual
En primer lugar, tiene que quedar claro qué supone un sistema dual. Por supuesto, la idea ha quedado ya definida en la anterior explicación: el ordenador nos va a dejar elegir entre dos o más sistemas al inicio.
En segundo lugar, el usuario tiene que saber que un sistema dual supone que cada sistema utiliza una "porción" del disco duro; una (o varias) particiones quedan para cada sistema, de forma independiente. Es decir, no trabajan "en la misma zona del disco" los dos sistemas. Eso sí, después es posible acceder a los contenidos de windows desde nuestro GNU/Linux. Pero windows no va a saber acceder a los datos de nuestro Linux (y mejor así).
En tercer lugar, hay que tener cuidado con cómo instalamos y qué desinstalamos. Si tenemos primero linux instalado, y posteriormente en el resto del disco ponemos windows, éste último borrará el arranque de linux, y ya no podremos acceder a él. Igualmente, si teniendo el arranque dual habitual (hemos instalado primero windows y luego linux), si decidimos borrar la/s partición/es de linux por las buenas, no arrancará nada, porque el gestor de arranque está gestionado desde linux. Esto significa: primero instalar windows y después linux; y, a la hora de desinstalar linux, antes hay que restaurar el arranque propio de windows.
Por último, recordar algo que es bastante lógico: siempre que se modifican las particiones de un ordenador hay riesgo de pérdida de datos, lo que hace recomendable disponer de copias de seguridad de la información que tenemos almacenada.
Particiones que serán necesarias
Un sistema dual, como ya hemos comentado, utilizará el disco duro no como un todo, sino una o varias particiones independientes para cada sistema (como si fuesen varios discos independientes dentro de uno mismo). Imaginemos que el disco duro es un pastel alargado. Podemos considerar cada partición como un trozo de dicho pastel.
Windows puede funcionar con una sóla; pero es habitual que esté repartido en varias particiones: una para los archivos del sistema, otra para los datos de los usuarios, y a veces otra de recuperación por si tenemos que reinstalar el sistema.
GNU/Linux necesita al menos dos particiones. Primero, la partición principal (conocida simplemente como "/"). Segundo, la partición "swap". Así se conoce una partición que se utiliza como "memoria auxiliar", cuando nuestra memoria RAM anda muy saturada de uso. Se conoce también como "área de intercambio". Frecuentemente se separa también en una partición independiente la /home, el sitio donde se ubican todos los datos y configuraciones de los usuarios del equipo. También hay quien hace una partición independiente para el arranque, la /boot (aunque esto sólo en instalaciones avanzadas y complejas).
Llegados a este punto, recordar también otro punto importante: los ordenadores de hoy día no reconocen más de cuatro particiones primarias en un disco duro. Esto quiere decir que, cuando haya que definirlas, tendremos que tener cuidado de este límite, y no definirlas todas como primarias, sino que incluiremos "particiones lógicas" (un particionado más "virtual" y menos "físico", digámoslo así).
Preparar arranque dual con windows XP (o anteriores) + Linux
En este caso, será suficiente utilizar una herramienta de particionado y manipulación de discos como las que vienen en cualquier Live CD de GNU/Linux, arrancando el ordenador desde el CD correspondiente. Previamente habremos hecho un defragmentado del disco duro (esto es importante). Entre ellas tenemos Gparted.
Seleccionaremos la partición de windows que tenga los datos del usuario, y reduciremos su tamaño para dejar espacio libre a nuestro futuro sistema linux. Recordamos, como siempre, que si bien GNU/Linux optimiza bastante bien el espacio, es conveniente ser generosos con lo que vamos a asignarle.
Una vez hecho esto, procederemos a la instalación de nuestro sistema GNU/Linux. En el espacio libre que tenemos, crearemos las particiones que entendamos necesarias, según lo expuesto anteriormente. También podemos optar por un particionado automático; pero en este caso siempre tendremos que especificar que queremos instalar. Generará un menú que nos dará la opción de arrancar, bien con windows, bien con GNU/Linux.
Preparar arranque dual con Vista/7 + GNU/Linux
En este caso no es tan sencillo como en el anterior. Estos sistemas llevan un control de sus particiones, de tal forma que chequean cómo están sus particiones cuando se cierra el sistema, y de nuevo cuando vuelve a abrirse; si no coinciden, el sistema puede no arrancar. Eso quiere decir que no podemos iniciar "furtivamente" nuestro ordenador desde un CD Live y modificar las particiones; corremos el peligro de que luego windows no quiera ponerse en marcha.
Aquí necesitamos, en primer lugar, que windows "nos ceda él mismo" parte de su espacio para poner otros sistemas. Para ello, en primer lugar hacemos un defragmentado del disco, como en el caso anterior. Nunca recuerdo dónde se encuentra esta herramienta en windows; pero siempre la encuentro escribiendo "defragmentar" en el apartado "buscar" del menú.
Una vez que tenemos defragmentado el disco, buscamos la opción de "redimensionar particiones". Aquí, nos dará opción de reducir hasta un máximo que él mismo calcula. En principio, siempre reduciremos la partición en la que se encuentran nuestros datos, no la del sistema, si es que estuviesen separados. Si consideramos suficiente el espacio ofrecido (no deberíamos dedicar menos de 10 GB para nuestro linux), aceptamos y al finalizar, ya tenemos todo preparado para hacer una instalación de linux que acompañe a windows en nuestro equipo.
Si vemos que necesitamos más espacio, cuidado; puede ocurrir que sea peligroso para el sistema windows reducirlo más, o tal vez simplemente que el defragmentador no es suficientemente eficiente. Sólo si nos aseguramos que no se trata de una reducción que pudiera ser peligrosa para la integridad de los datos de windows (dejarlos "muy apretados" o sin espacio suficiente), arrancaremos el CD de instalación desde la sesión de windows, y nuestro instalador "hará gestiones" que faciliten poder reducir más la partición en el momento de hacer la instalación (nos pedirá reiniciar con el CD introducido).
Una vez que ya tenemos hechas estas operaciones, estamos listos para iniciar una instalación de linux en nuestro ordenador, de forma que mantengamos ambos sistemas (windows y linux) y podamos arrancar con el que queramos al iniciar la sesión.
Hoy día, prácticamente todas las distribuciones nos permiten elegir instalar en "el espacio libre en el disco". También nos pueden permitir, como hemos mencionado, reducir aún más alguna de las particiones de windows (esto último suele funcionar; pero no podemos garantizar al 100% "el éxito de la operación": ¡si vas a hacerlo, ten previamente a salvo tus datos en un dispositivo externo!).
Tal y como he comentado durante este artículo, hay montones de sitios web donde se guía paso a paso a través de una instalación de Debian Squeeze. Por ejemplo:
http://usuariodebian.blogspot.com/
http://www.esdebian.org/wiki/instalacion
Sólo os comentaré que, para hacer la instalación con KDE y no con otro, tenéis que entrar en el menú inicial del instalador en "advanced options" y continuar en "alternate desktops", para elegir finalmente KDE cuando os aparezca la lista de escritorios disponibles (os aparecerán Xfce, LXDE y KDE).
Continuaremos entonces con el proceso post-instalación. Espero que os sirva.
martes, 15 de febrero de 2011
Próximo curso-taller Introducción a GNU/Linux
En este artículo quiero anunciar la próxima realización de un taller de introducción a GNU/Linux y Software Libre en general. Esta convocatoria está enmarcada en la campaña que queremos potenciar, de cara a hacer llegar al gran público la sensibilidad y el interés por este tema. Para ello incidimos en aspectos básicos que muchas veces los ya iniciados pasamos por alto, por considerarlos ya sobreentendidos, todo en un entorno práctico y amigable. No para informáticos, sino para público general.
El curso tendrá lugar en Arrasate-Mondragón, el próximo sábado 26 de febrero. La información más concreta del curso está disponible en el siguiente enlace:
http://www.calameo.com/read/000253313a39aa2422e00
Esperamos que convocatorias así puedan acercar más el Software Libre al ciudadano de a pie.
El curso tendrá lugar en Arrasate-Mondragón, el próximo sábado 26 de febrero. La información más concreta del curso está disponible en el siguiente enlace:
http://www.calameo.com/read/000253313a39aa2422e00
Esperamos que convocatorias así puedan acercar más el Software Libre al ciudadano de a pie.
viernes, 11 de febrero de 2011
Publicación de Debian 6.0 Squeeze
El pasado fin de semana, tal y como ya estaba anunciado, se publicó de forma oficial la versión 6.0 del Proyecto Debian, denominada "Squeeze" (las diferentes versiones de Debian tienen nombres de personajes de Toy Story). Este es el enlace a la nota de prensa de la publicación: http://www.debian.org/News/2011/20110205a
Esta publicación se celebró con fiestas a lo largo y ancho del planeta ¿por qué? -se preguntarán muchos. Total, un lanzamiento más de una distribución linux, de tantos que se hacen... sí, pero no. No es un lanzamiento más. Tiene una repercusión y un alcance que otros lanzamientos no tienen.
Primero, porque Debian no publica una versión nueva cada seis meses, como la mayoría de las distribuciones. Su ciclo de lanzamiento es más a largo plazo, alrededor de unos dos años. Entonces, cuando esto se produce, es todo un acontecimiento al ser cada mucho más tiempo. Debian prefiere depurar el producto, sin depender de plazos de entrega. "Se publicará cuando esté lista", siempre dicen. Esto le da a Debian un carácter y una solera que otras distribuciones no tienen.
Segundo, porque se trata de una de las distribuciones pioneras, surgida allá por 1993, y de las que tienen un mayor número de seguidores y de colaboradores con el Proyecto, aún hoy en día. Hablar de Debian no es hablar de un "recién llegado" al mundo de GNU/Linux, sino que tiene ya una trayectoria que habla por sí misma y que avala lo que el proyecto es.
Tercero, porque Debian se desarrolla con trabajo voluntario. Esto hace que sea mucha la ilusión que se acumule por conseguir un lanzamiento satisfactorio. Si el lector forma parte de alguna asociación o colectivo social o lo ha hecho en algún momento, sabe a qué me refiero.
Cuarto, porque este lanzamiento no sólo es positivo y revierte en los usuarios directos de dicha distribución. Este lanzamiento permite que se retome el desarrollo activo de las distintas distribuciones mundiales que dependen de Debian para su desarrollo; entre ellas la probablemente más famosa hoy día, Ubuntu. Estas distribuciones toman la mayor parte de su contenido de programas y paquetes de las ramas de desarrollo de Debian, las cuales prácticamente se paralizan en el tiempo de depurado final previo al lanzamiento de Debian. Hace unos cuantos meses, cuando Debian anunció la congelación de Squeeze, de lo que nos informaba era de que su desarrollo fundamental quedaba prácticamente paralizado, en aras de depurar el contenido de lo que iba a ser su próxima publicación. Sus esfuerzos se iban a centrar en depurar los errores o bugs que en ese momento existían.
Por consiguiente, ahora que la publicación ya se ha realizado, se retoma el desarrollo activo en las ramas de pruebas, lo que generará abundante nuevo material de nuevo para esas distribuciones que de ahí toman la mayor parte de su contenido. De forma que la publicación de Debian es buena noticia para Ubuntu, Knoppix, Mepis, Linux Mint, Molinux, Guadalinex... Esto es un ejemplo de cómo hablamos de un mundo sumamente interconectado e interelacionado, pese a que parezca muchas veces que hablamos de proyectos inconexos e independientes.
El que les escribe ya ha procedido a una instalación completa de la nueva Debian Squeeze 6.0. Próximamente hablaré sobre esta instalación, mis impresiones y mis recomendaciones para quien quiera aventurarse a intentarlo. Hay que recordar que su principal dificultad podríamos situarla en su primera configuración post-instalación; el uso diario posterior es exactamente el mismo que puede ser en Ubuntu o en otras similares.
Saludos.
Esta publicación se celebró con fiestas a lo largo y ancho del planeta ¿por qué? -se preguntarán muchos. Total, un lanzamiento más de una distribución linux, de tantos que se hacen... sí, pero no. No es un lanzamiento más. Tiene una repercusión y un alcance que otros lanzamientos no tienen.
Primero, porque Debian no publica una versión nueva cada seis meses, como la mayoría de las distribuciones. Su ciclo de lanzamiento es más a largo plazo, alrededor de unos dos años. Entonces, cuando esto se produce, es todo un acontecimiento al ser cada mucho más tiempo. Debian prefiere depurar el producto, sin depender de plazos de entrega. "Se publicará cuando esté lista", siempre dicen. Esto le da a Debian un carácter y una solera que otras distribuciones no tienen.
Segundo, porque se trata de una de las distribuciones pioneras, surgida allá por 1993, y de las que tienen un mayor número de seguidores y de colaboradores con el Proyecto, aún hoy en día. Hablar de Debian no es hablar de un "recién llegado" al mundo de GNU/Linux, sino que tiene ya una trayectoria que habla por sí misma y que avala lo que el proyecto es.
Tercero, porque Debian se desarrolla con trabajo voluntario. Esto hace que sea mucha la ilusión que se acumule por conseguir un lanzamiento satisfactorio. Si el lector forma parte de alguna asociación o colectivo social o lo ha hecho en algún momento, sabe a qué me refiero.
Cuarto, porque este lanzamiento no sólo es positivo y revierte en los usuarios directos de dicha distribución. Este lanzamiento permite que se retome el desarrollo activo de las distintas distribuciones mundiales que dependen de Debian para su desarrollo; entre ellas la probablemente más famosa hoy día, Ubuntu. Estas distribuciones toman la mayor parte de su contenido de programas y paquetes de las ramas de desarrollo de Debian, las cuales prácticamente se paralizan en el tiempo de depurado final previo al lanzamiento de Debian. Hace unos cuantos meses, cuando Debian anunció la congelación de Squeeze, de lo que nos informaba era de que su desarrollo fundamental quedaba prácticamente paralizado, en aras de depurar el contenido de lo que iba a ser su próxima publicación. Sus esfuerzos se iban a centrar en depurar los errores o bugs que en ese momento existían.
Por consiguiente, ahora que la publicación ya se ha realizado, se retoma el desarrollo activo en las ramas de pruebas, lo que generará abundante nuevo material de nuevo para esas distribuciones que de ahí toman la mayor parte de su contenido. De forma que la publicación de Debian es buena noticia para Ubuntu, Knoppix, Mepis, Linux Mint, Molinux, Guadalinex... Esto es un ejemplo de cómo hablamos de un mundo sumamente interconectado e interelacionado, pese a que parezca muchas veces que hablamos de proyectos inconexos e independientes.
El que les escribe ya ha procedido a una instalación completa de la nueva Debian Squeeze 6.0. Próximamente hablaré sobre esta instalación, mis impresiones y mis recomendaciones para quien quiera aventurarse a intentarlo. Hay que recordar que su principal dificultad podríamos situarla en su primera configuración post-instalación; el uso diario posterior es exactamente el mismo que puede ser en Ubuntu o en otras similares.
Saludos.
martes, 1 de febrero de 2011
A vueltas con los escritorios...
No descubrimos nada si decimos que el aspecto gráfico de un sistema GNU/Linux es, en ocasiones, una barrera que intimida al recién llegado. No ya porque sea de una especial complejidad, sino más bien por la infinidad de opciones diferentes con las que nos encontramos. Hay que recordar que, a diferencia de los sistemas de Microsoft, el escritorio (entorno gráfico) no es parte "nuclear" del sistema, sino que es un "complemento" añadido. Claro, cuando hablamos de aplicaciones complementarias, en GNU/Linux hablamos inevitablemente de diversidad, de múltiples opciones posibles. Y claro, el recién llegado no está habituado a tener que pensar en esta disyuntiva.
Es cierto que hasta ahora las diferentes distribuciones de que disponemos, hacen sus apuestas particulares por un tipo de entorno u otro; de forma que siempre tenemos ya un entorno gráfico por defecto. Y los posicionamientos han sido, hasta ahora, bastante claros: las distribuciones punteras y más populares han estado apostando más por el entorno Gnome (Ubuntu, Linux Mint, Debian, Fedora...). Sólo openSUSE y Mandriva, de este ranking de distribuciones, parecen volcarse con el escritorio KDE.
Hasta ahora, hablando de los dos entornos gráficos principales, KDE y Gnome, solíamos decir: "KDE: más vistoso, más recargado, más complejo, más pesado"; y "Gnome: más austero, simple (demasiado para muchos) y funcional". En cierto modo sigue siendo así. Pero... vientos de cambio vienen.
De momento, Gnome entra en abril de 2011 en sus versiones Gnome 3.x. Cuando en KDE se dio el gran salto de las versiones 3.5.x a las 4.x... el cambio fue brutal, era como tener un escritorio nuevo. Y, que me perdonen los incondicionales de KDE, pero, a mi entender, no hubo un KDE realmente usable hasta las versiones 4.3.x. Muchos usuarios migraron y cambiaron de escritorio en todo este tiempo. Se dice que en Gnome el cambio no va a ser igual, que ellos hacen las cosas "más suavemente"... pero aún así, el cambio no es trivial. Basta con echar un vistazo en Google a los miles de pantallazos y vídeos que hay sobre "Gnome 3" o "Gnome-shell" (uno de sus componentes estrella). Un salto tan importante nunca es buena noticia para quien quiere un sistema sólido, fiable y estable; aunque sí puede serlo para quien quiere lo último de lo último.
Por si esto fuera poco, Ubuntu 11.04 saldrá publicado con el escritorio Unity; un entorno de escritorio concebido para netbooks y que de hecho a mí me recuerda más a un smartphone que a otra cosa.
A los que en cursos de introducción a Linux y el Software Libre nos ha gustado mostrar algo que al recién llegado le sirva un tiempo, se nos ha cerrado esa puerta. ¿Enseñamos ahora un entorno gráfico que poco menos que desaparecerá en abril? ¿Mostramos el Unity, por el que de momento no creo que apuesten muchos más, aparte de Ubuntu? Desde luego, siempre está la opción de Debian, que en pocos días publicará su versión 6.0, con una vida útil de al menos dos años, que sí traerá por defecto Gnome 2.30. Pero sí es cierto que configurar al gusto una Debian sigue siendo complicado para el recien llegado.
Ahí es donde el universo GNU/Linux, en su gran diversidad, nos ofrece también otra salida: KDE. Este escritorio ya superó su etapa de dura y total transición, y hoy día es un escritorio que, además de muy vistoso pues posee una mejor y más nítida definición gráfica gracias a las librerías QT con las que está construido, puede ofrecernos todas las funcionalidades que esperamos de un escritorio. Siempre se ha dicho que su consumo en recursos del ordenador es más elevado; pero podemos suavizar esto si optamos por Debian con KDE o simplemente por una PCLinuxOS, que acostumbra a mostrarnos un KDE bastante minimalista.
De modo que, el que les escribe, vuelve a KDE, en mi caso con Debian 6.0. Haré una reinstalación en cuanto salga oficialmente publicada Debian Squeeze 6.0. Próximamente, si les parece, escribiré un tutorial con lo que entiendo que hay que "añadir" a una instalación por defecto de Debian 6.0 KDE para unos resultados totalmente funcionales de cara al usuario común.
Lo más importante es que, en GNU/Linux, siempre tenemos alternativas.
Es cierto que hasta ahora las diferentes distribuciones de que disponemos, hacen sus apuestas particulares por un tipo de entorno u otro; de forma que siempre tenemos ya un entorno gráfico por defecto. Y los posicionamientos han sido, hasta ahora, bastante claros: las distribuciones punteras y más populares han estado apostando más por el entorno Gnome (Ubuntu, Linux Mint, Debian, Fedora...). Sólo openSUSE y Mandriva, de este ranking de distribuciones, parecen volcarse con el escritorio KDE.
Hasta ahora, hablando de los dos entornos gráficos principales, KDE y Gnome, solíamos decir: "KDE: más vistoso, más recargado, más complejo, más pesado"; y "Gnome: más austero, simple (demasiado para muchos) y funcional". En cierto modo sigue siendo así. Pero... vientos de cambio vienen.
De momento, Gnome entra en abril de 2011 en sus versiones Gnome 3.x. Cuando en KDE se dio el gran salto de las versiones 3.5.x a las 4.x... el cambio fue brutal, era como tener un escritorio nuevo. Y, que me perdonen los incondicionales de KDE, pero, a mi entender, no hubo un KDE realmente usable hasta las versiones 4.3.x. Muchos usuarios migraron y cambiaron de escritorio en todo este tiempo. Se dice que en Gnome el cambio no va a ser igual, que ellos hacen las cosas "más suavemente"... pero aún así, el cambio no es trivial. Basta con echar un vistazo en Google a los miles de pantallazos y vídeos que hay sobre "Gnome 3" o "Gnome-shell" (uno de sus componentes estrella). Un salto tan importante nunca es buena noticia para quien quiere un sistema sólido, fiable y estable; aunque sí puede serlo para quien quiere lo último de lo último.
Por si esto fuera poco, Ubuntu 11.04 saldrá publicado con el escritorio Unity; un entorno de escritorio concebido para netbooks y que de hecho a mí me recuerda más a un smartphone que a otra cosa.
A los que en cursos de introducción a Linux y el Software Libre nos ha gustado mostrar algo que al recién llegado le sirva un tiempo, se nos ha cerrado esa puerta. ¿Enseñamos ahora un entorno gráfico que poco menos que desaparecerá en abril? ¿Mostramos el Unity, por el que de momento no creo que apuesten muchos más, aparte de Ubuntu? Desde luego, siempre está la opción de Debian, que en pocos días publicará su versión 6.0, con una vida útil de al menos dos años, que sí traerá por defecto Gnome 2.30. Pero sí es cierto que configurar al gusto una Debian sigue siendo complicado para el recien llegado.
Ahí es donde el universo GNU/Linux, en su gran diversidad, nos ofrece también otra salida: KDE. Este escritorio ya superó su etapa de dura y total transición, y hoy día es un escritorio que, además de muy vistoso pues posee una mejor y más nítida definición gráfica gracias a las librerías QT con las que está construido, puede ofrecernos todas las funcionalidades que esperamos de un escritorio. Siempre se ha dicho que su consumo en recursos del ordenador es más elevado; pero podemos suavizar esto si optamos por Debian con KDE o simplemente por una PCLinuxOS, que acostumbra a mostrarnos un KDE bastante minimalista.
De modo que, el que les escribe, vuelve a KDE, en mi caso con Debian 6.0. Haré una reinstalación en cuanto salga oficialmente publicada Debian Squeeze 6.0. Próximamente, si les parece, escribiré un tutorial con lo que entiendo que hay que "añadir" a una instalación por defecto de Debian 6.0 KDE para unos resultados totalmente funcionales de cara al usuario común.
Lo más importante es que, en GNU/Linux, siempre tenemos alternativas.
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