Habitualmente me encuentro con que aquellos
usuarios que quieren "embarcarse" en la aventura de pasarse a
un sistema Linux en alguno de sus equipos, no parecen interesarse por la
vida útil de su sistema. Y como quiera que me parece un tema de vital importancia,
he decidido dedicarle este artículo.
Cuando un usuario llegado del mundo
de windows piensa en la duración de su sistema (no suele hacerlo), habitualmente aplica los
mismos patrones de pensamiento que en windows. Como mucho, en su vida ha
conocido Windows 95, 98, 2000, XP, Vista, 7... Cada uno de ellos para "muchos
años"; e independientes de las aplicaciones que se usan. Incluso el
XP todavía tiene soporte de actualizaciones (aunque se dice que le quedan
dos telediarios).
GNU/Linux no funciona así. Un sistema
GNU/Linux, por suerte o por desgracia (hay en ello ventajas y también inconvenientes)
viene no sólo con el Sistema Operativo como tal, sino también con las aplicaciones
correspondientes que vamos a utilizar. El ejemplo más conocido hoy día
de esto son los dispositivos Android (hay que recordar que también son
Linux), que vienen con una serie de aplicaciones ya instaladas, y con la
posibilidad de instalar muchas más a través de una aplicación especialmente
diseñada para ello. Por esta razón, los sistemas Linux ofrecen nuevas versiones
de todo el conjunto completo, no sólo de la base del sistema, cada cierto
tiempo. Ese período de tiempo se sitúa entre los 6 meses de Ubuntu y Fedora
y los aproximadamente dos años de Debian.
Esto implica que los desarrolladores
de todo ese software que se nos ofrece han de ofrecer un "mantenimiento",
no sólo del sistema base como tal, sino de posibles problemas que puedan
dar las aplicaciones ofertadas. Supone también tener que mantener más de
una versión. Esto hace que hayan de poner un tiempo límite al soporte que
ofrecen para cada versión que se lanza. Podemos decir que ese es el tiempo
de "vida útil" del sistema; porque en ningún caso es recomendable
utilizar un sistema operativo que ya no recibe mantenimiento ni soporte
por parte de sus creadores. Esto hace que el usuario siempre debe saber
cuánto va a "durarle" su sistema (siempre que no lo sustituya
previamente, como hacemos muchos que valoramos el hecho de tener una versión
con contenidos lo más modernos posible). Recordamos que no hablamos de
un período de tiempo desde que el usuario lo instala, sino desde que cada
versión fue publicada; dato este por consiguiente que también habrá de
ser conocido por el usuario.
¿Y de cuánta vida útil estamos hablando? Siempre, por supuesto, hablamos de vida útil desde su lanzamiento, independientemente del momento de instalación en cada equipo.
Fedora ofrece un nuevo lanzamiento cada
6 meses, pero todas sus ediciones tienen un período de mantenimiento un
tanto limitado, comparado con otras distribuciones. Su duración aproximada
son 14 meses. Podemos decir, por ejemplo, que Fedora 15 dejará de tener
mantenimiento en cuanto hayan pasado unos dos meses después de publicada
Fedora 17.
En el caso de Debian, se ofrece siempre
un año adicional después de que se publica la versión siguiente. Esto se
puede traducir en un período aproximado de tres años desde su lanzamiento, ya que suelen publicar
cada dos años. Ahora mismo se estima que se publicará la próxima hacia
febrero de 2013; con lo que Debian 6 Squeeze, la versión actual tendrá
mantenimiento en ese caso hasta febrero de 2014.
La distribución Mageia publica aproximadamente
cada 9 meses, y el soporte que da a sus lanzamientos se calcula en 18 meses;
es decir, el alcance de dos lanzamientos. Según eso, Mageia 2, la actual
versión, terminará su vida útil coincidiendo con el lanzamiento de Mageia
4, hacia noviembre de 2013.
OpenSUSE hace sus lanzamientos cada
8 meses, y mantiene el soporte de cada uno de ellos durante año y medio.
La actual OpenSUSE, la 12.1, fue publicada a mediados de noviembre de 2011,
con lo que su vida útil alcanzará hasta mayo de 2013.
En los sistemas Ubuntu, dependerá de
la versión de la que estemos hablando, porque tienen dos tipos de lanzamientos:
LTS y no LTS. LTS significa Long Term Support, es decir, largo tiempo de
soporte. Aunque lanzan una versión nueva cada 6 meses, cada dos años hacen
una que es LTS, a la que le dan 5 años de soporte (desde la versión actual;
anteriormente se venían ofreciendo tres años). Esto supone que la actual
Ubuntu 12.4, que es también la última LTS, tendrá mantenimiento hasta Abril
de 2017; y la anterior LTS, publicada en octubre de 2010, tiene todavía
soporte hasta octubre de 2013. El resto de versiones que no son LTS
tienen un mantenimiento de año y medio desde su publicación. La próxima
Ubuntu que se publique en octubre de 2012, que no será LTS, recibirá mantenimiento
hasta abril de 2014.
Supuestamente, la vida útil de las distribuciones
derivadas de Ubuntu es la misma que la correspondiente versión de la que
se derivan. Una distribución derivada de Ubuntu 11.10 tendrá la misma vida
útil que esta, es decir, hasta abril de 2013. Actualmente, la más famosa
distribución derivada de Ubuntu es Linux Mint (su edición estándar).
Por último, habría que hablar de las
distribuciones "Rolling". Son distribuciones Linux que, teóricamente,
no finalizan nunca su vida útil porque, aunque hacen lanzamientos cada
cierto tiempo, van poco a poco modificando el "contenido" de
la distribución, actualizando el sistema por completo a medida que van
surgiendo nuevas versiones de las aplicaciones que contienen y que estas
pueden incorporarse al resto del sistema. En principio, cabe esperar de
estas distribuciones una menor estabilidad; de hecho, es el eterno debate
sobre las ventajas y desventajas de las distribuciones Rolling respecto
a las convencionales. Digo que teóricamente nunca finalizan su vida útil
porque, en la práctica, sí que puede llegar un momento en el que haya que
reinstalar porque en el sistema pueden quedar "restos" de versiones
anteriores y problemas de desconfiguraciones debidos a los cambios constantes.
Las principales distribuciones rolling,
a día de hoy, son: Linux Mint Debian Edition, PCLinuxOS, y OpenSUSE (Edición
"Tumbleweed").
¿Qué podemos hacer cuando se nos ha
"acabado" nuestro sistema GNU/Linux? ¿Qué opciones hay de actualizar?
En principio, las posibilidades de hacer
una actualización desde nuestro sistema actual a la nueva versión, son
más teóricas que reales. Sobre el papel, siempre se puede hacer; pero hay
que tener en cuenta que ya las actualizaciones de una versión a la justo
siguiente ya suelen traer algunos problemas de desconfiguraciones y normalmente
se necesitan ciertos ajustes. Y estas actualizaciones de las que ahora
hablamos siempre suponen un salto de varias versiones; con lo que estos
problemas pueden multiplicarse. Incluso en caso de que no hubiese problemas,
el sistema no va a funcionar tan "fino" como si se tratara de
una instalación completa desde cero. Siempre recomiendo esta opción.
Espero que esto pueda aclarar un poco las ideas de usuarios recién llegados o interesados en el mundo de Linux y Software Libre.
Bienvenidos
Este blog pretende ser una herramienta más, de las múltiples que pueden encontrarse en la red, para acercar el mundo del Software libre en general y de GNU/Linux en particular a todos aquellos que se sienten atraídos por el tema, tanto a nivel básico doméstico como a nivel profesional. De una manera general, a todos aquellos que lleguen por la red. Y de una manera más particular, a todos aquellos residentes en el área de Vitoria y alrededores; de forma que podamos tener un punto de referencia y contacto.
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